Solo en algunos casos puede estar justificada una mentira, pero este no lo es, Sra. Aguírre "mentir es de mala educación".
Nuestros hijos, el que más o el que menos, no aprueba a la primera y gracias a las horas de apoyo del profesorado en algunas duras asignaturas consigue la meta. Pasa unas horas en el instituto en algún proyecto educativo que le vendrá bien para su futuro y refuerza su educación, o en las tutorías, para relacionarse con los demás y solucionar los conflictos de clase y personales de una manera civilizada y no como les aprenden en los videojuegos o pueden ver en Youtube. 

¿Como será en el futuro si en su instituto el curso que entra faltarán ocho o diez profesores interinos a los que se ha despedido? ¿Con dos horas más de horas lectivas de los que quedan?, y ¿que van a dejar de hacer para cubrir esas dos horas?, ¿Como, si despiden todos los interinos que hasta la fecha formaban parte de la organización y mal que bien posibilitaban que se cumplieran los proyectos y objetivos?

Los recortes educativos estos días están encima de la mesa, en los periódicos y las televisiones y he oído en boca de Esperanza Aguírre que los profesores trabajan menos de 20 horas a la semana y aunque no soy profesor, se que miente de forma consciente y voluntaria para rebajar la credibilidad del colectivo ante la opinión pública, al igual que ha hecho con todos aquellos que han osado protestar y gritar contra su voluntad y sus decisiones.

Leyendo algunas noticias sobre el tema en la red, más abierta a la información libre y menos manipulada, o por lo menos con una mayor variedad de puntos de vista que no estén influenciados por los poderes, dí con un artículo estupendo de un profesor de secundaria, muy ilustrativo y que aquí podéis leer completo:

Eso de la ESO Diario de un profesor de Secundaria